Ya falta poco - le dijo ella desde el diván con la mirada perdida.
Ël se limitó a sonreír.
Serán los más maravillosos fuegos artificiales que hayas visto – comentó apurando un largo sorbo de su copa de vino.
Es mejor que abras el champagne en la logia o en la terraza, puedes romper algo. Sólo faltan 2 minutos.
Se dirigió al pequeño espacio siguiente a la cocina. Tomó el champagne desde el refrigerador y procedió a destaparla. Afuera se oían los primeros gritos con la típica cuenta regresiva
Ya es hora – dijo ella recibiendo en su copa el champagne que él vertía con armoniosa vitalidad.
Nunca pensaron ser los únicos y sin saber por qué habían respetado eso de no contarle a nadie, de hacer solo de ellos el siniestro secreto que en sueños se les había confiado.
Ese 31 de diciembre sería el último de su humanidad.
El 1 de enero que seguía era parte de un manuscrito perdido en el tiempo en cuyo papiro ya no quedaba más que las huellas del paso de los años.
Se abrazaron como muchas veces, se desearon lo mejor y en medio de los tragos entrecruzados todo se fue convirtiendo en un mar de fuego, el rojo eterno que venía a limpiar la faz de sus existencias, el fuego predominante que se extendía en el horizonte.
Se miraron abrazados y sus ojos temerosos se humedecieron queriendo opacar el fuego con sus fútiles lágrimas…
Ël se limitó a sonreír.
Serán los más maravillosos fuegos artificiales que hayas visto – comentó apurando un largo sorbo de su copa de vino.
Es mejor que abras el champagne en la logia o en la terraza, puedes romper algo. Sólo faltan 2 minutos.
Se dirigió al pequeño espacio siguiente a la cocina. Tomó el champagne desde el refrigerador y procedió a destaparla. Afuera se oían los primeros gritos con la típica cuenta regresiva
Ya es hora – dijo ella recibiendo en su copa el champagne que él vertía con armoniosa vitalidad.
Nunca pensaron ser los únicos y sin saber por qué habían respetado eso de no contarle a nadie, de hacer solo de ellos el siniestro secreto que en sueños se les había confiado.
Ese 31 de diciembre sería el último de su humanidad.
El 1 de enero que seguía era parte de un manuscrito perdido en el tiempo en cuyo papiro ya no quedaba más que las huellas del paso de los años.
Se abrazaron como muchas veces, se desearon lo mejor y en medio de los tragos entrecruzados todo se fue convirtiendo en un mar de fuego, el rojo eterno que venía a limpiar la faz de sus existencias, el fuego predominante que se extendía en el horizonte.
Se miraron abrazados y sus ojos temerosos se humedecieron queriendo opacar el fuego con sus fútiles lágrimas…
2 comments:
Un poco triste el texto para celebrar jaja! o bien yo leí mal, pero me lo parecio!
Un saludo de año nuevo ultra atrasado pero igual! que tengas un excelente 2009!!
FELIZ AÑO 2009!!!
"...Y EL PODEROSO HERCÓLOBUS FINALMENTE DEBORÓ EN UN OSCURO BESO A LA TIERRA ENTERA, LAS AGUAS TE TORNARON AMARGAS, LA VIDA SE TORNÓ EN MUERTE, Y LAS RISAS EN GRITOS GUTURALES DE HORROR!".
Jajaja!, Ya no recuerdo cuantas veces hablamos de cosas así cuando eramos niños, un fuerte abrazo y a escribir antes de que Hercólobus nos coma!
Post a Comment