(Publicado en InterComunicados Nº5, 27-02-09)"La vida solo tiene sentido yendo hacia atrás, pero hay que vivirla hacia adelante"
La reivindicación de la vejez, el viaje como puerta de escape y punto de partida, y el tremendo drama de soportar el paso del tiempo como un río tormentoso cuyo destino final es un mar pueril, convergen en “El Curioso Caso de Benjamín Button”: Protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett, la película es, de cierta forma, en cuanto a desarrollo trágico, drama, dosis de humor y carga emocional, la Forrest Gump de la presente década. Con 13 nominaciones en los premios Oscar del pasado fin de semana, (ganó 3, mejor dirección artística, mejor maquillaje, mejores efectos visuales) es la culminación de un proyecto que hace años venía en carpeta de distintos realizadores cayendo finalmente en manos de David Fincher, uno de los directores más interesantes del Hollywood actual quien nos muestra una faceta un tanto desconocida en sus trabajos anteriores (El Club de la Pelea, Los Siete Pecados Capitales) al sumar los esfuerzos técnicos a un desarrollo artístico de gran carga emocional donde gracias al enorme trabajo de los protagonistas la obra se nutre de un alarde de sensibilidad creíble a flor de piel sembrando emociones de carne y hueso en los espectadores. La fantasía, el romance, la sensibilidad argumental, y el drama son los ingredientes que Fincher utiliza para narrar la historia normal de un individuo que no lo es tanto.
Basada en un relato de los años 20 de F. Scott Fitzgerald, e inspirado en una famosa cita de Mark Twain según la cual nuestra vida sería más alegre si naciéramos con 80 años y fuéramos rejuveneciendo, la obra narra el drama de quien en vez de ir hacia el mismo destino de sus semejantes y sobre todo de sus mas amados, va contra la corriente natural de la vida, desafiando el paso del tiempo y el espacio, en un constante viaje puño a puño en la vida de un hombre que ve pasar el tiempo en el sentido contrario de las agujas del reloj.
Una película que nos muestra entre otras cosas, una historia de amor inmune al paso del tiempo, reciproca y tan comprometida como pocas. Una metáfora contraria al devenir de los años como el enemigo silencioso que día a día nos gana la batalla, una espectacular historia donde el momento sublime de morir es tan o más importante que el primer mirar a los ojos de la figura materna bajo su reconfortante abrigo.
La reivindicación de la vejez, el viaje como puerta de escape y punto de partida, y el tremendo drama de soportar el paso del tiempo como un río tormentoso cuyo destino final es un mar pueril, convergen en “El Curioso Caso de Benjamín Button”: Protagonizada por Brad Pitt y Cate Blanchett, la película es, de cierta forma, en cuanto a desarrollo trágico, drama, dosis de humor y carga emocional, la Forrest Gump de la presente década. Con 13 nominaciones en los premios Oscar del pasado fin de semana, (ganó 3, mejor dirección artística, mejor maquillaje, mejores efectos visuales) es la culminación de un proyecto que hace años venía en carpeta de distintos realizadores cayendo finalmente en manos de David Fincher, uno de los directores más interesantes del Hollywood actual quien nos muestra una faceta un tanto desconocida en sus trabajos anteriores (El Club de la Pelea, Los Siete Pecados Capitales) al sumar los esfuerzos técnicos a un desarrollo artístico de gran carga emocional donde gracias al enorme trabajo de los protagonistas la obra se nutre de un alarde de sensibilidad creíble a flor de piel sembrando emociones de carne y hueso en los espectadores. La fantasía, el romance, la sensibilidad argumental, y el drama son los ingredientes que Fincher utiliza para narrar la historia normal de un individuo que no lo es tanto.
Basada en un relato de los años 20 de F. Scott Fitzgerald, e inspirado en una famosa cita de Mark Twain según la cual nuestra vida sería más alegre si naciéramos con 80 años y fuéramos rejuveneciendo, la obra narra el drama de quien en vez de ir hacia el mismo destino de sus semejantes y sobre todo de sus mas amados, va contra la corriente natural de la vida, desafiando el paso del tiempo y el espacio, en un constante viaje puño a puño en la vida de un hombre que ve pasar el tiempo en el sentido contrario de las agujas del reloj.
Una película que nos muestra entre otras cosas, una historia de amor inmune al paso del tiempo, reciproca y tan comprometida como pocas. Una metáfora contraria al devenir de los años como el enemigo silencioso que día a día nos gana la batalla, una espectacular historia donde el momento sublime de morir es tan o más importante que el primer mirar a los ojos de la figura materna bajo su reconfortante abrigo.
1 comment:
Hola!!!
Hace tanto tiempo!!!...y frío...
Ví esta película y me gustó mucho, bien realizada, bonita fotografía, y el actor...wow..
Saludazos!!!!
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