Madre hay una sola....hijos no, pero si únicos.

(Publicado en Intercomunicados, edición del 20-03-09. Acá el Writer`s Cut).

La fortaleza de cada quien surge en los momentos de más aflicción, el ímpetu y el coraje para enfrentarse a enemigos de gran talla sólo se genera ante situaciones de gran angustia producto de pesares inconmensurables o injusticias desmedidas.
Para Christine Collins la cosa no fue distinta. Basado en un hecho verídico ocurrido en 1928, “El Sustituto”, narra la historia de Collins, interpretada por Angelina Jolie, una joven madre soltera que trabaja como supervisora en la compañía de teléfonos de California, quien luego de sacrificar un sábado con su hijo por cubrir un turno laboral, debe soportar la misteriosa desaparición del niño de 9 años a quien buscará sin importar los esfuerzos ni las injusticias de las que será víctima, al tener poco apoyo de un departamento de policía sombrío y de actividades poco sanas.
Clint Eastwood lo hace una vez más, quizás no con la maestría de “Rio Mistico”, “Los Imperdonables”, o “Million Dollar Baby” que al igual que “El Sustituto” es protagonizada por una mujer, presentándonos una cinta que si no es por su dirección y sello creativo habría naufragado como otro drama más de la industria del cine.
Con gran acierto Eastwood nos muestra una historia protagonizada por un personaje femenino que se encarga de desmentir ese equivoco slogan machista sobre el supuesto sexo débil. Christine Collins va paso a paso irguiéndose sobre la pena y el dolor de la pérdida de su hijo, y la impotencia al ver la inoperancia de policías que son quienes debían ayudarla. A medida que las lágrimas derramadas van humedeciendo sus huellas, va edificando una coraza producto de la desolación e incompetencia de las puertas que se cierran en sus narices y sobretodo alimentando su insaciable hambre de verdad con incalculable fuerza ante las injusticias de que es victima, con las cuales se persigue humillarla y disminuirla, rebajarla a la mas baja condición humana, pero que equívocamente solo logran temple en su carácter convirtiéndola en una heroína cívica y terrible dolor de cabeza para quienes quieren callarla, entes sociales corruptos y despiadados producto de la situación económica extrema de principios de los 30s y de ese extraño gen que lleva a la potencia del norte a fabricar asesinos en serie como ningún otro país. Lejos de ahí, en un desvencijado granero la verdad es brutal y de un horror único.
En “El Sustituto” Eastwood, pese a su cercanía con la derecha y algunos ideales de extremo patriotismo, logra reflejar de manera objetiva el verdadero semblante de un departamento de policía podrido desde sus raíces, liderado por ególatras seres entusiasmados solo en el cumplimiento de sus metas al costo que sea. Asimismo enaltece a la protagonista gracias el tesón con que lleva a cabo su incansable búsqueda y a su sed de justicia.
“El Sustituto” es un drama de gran factura, con actuaciones de gran interés, sobretodo la de Jason Butler Harner, como Gordon Northcolt, campesino sudoroso, bestial y despreciable, un trabajo fotográfico de calidad y una ambientación histórica notable que llevan al espectador a adentrarse en la trama de la película, ubicándonos en un escenario socio-temporal que permite analizar más eficientemente las acciones de los personajes y sus consecuencias.
Precisamente fue la incansable búsqueda de su hijo, la justicia y la verdad lo que llevó a Christine a encontrar la tan anhelada tranquilidad, tranquilidad con la sociedad y consigo mismo, una mujer que protegiendo y buscando lo que más amaba no desestimó en gastar su vida, en consumir cada segundo de su existencia en pos de la meta que mantenía su corazón bombeando, una indagación cuyo tesón y coraje sólo pueden entender las madres cuando han extrañado siquiera un par de minutos a sus queridos pequeños al desconocer sus paraderos.